La propiedad intelectual se relaciona con las creaciones de la mente: invenciones, obras literarias y artísticas, así como símbolos, nombres e imágenes utilizados en el comercio.
Según el Acuerdo de los ADPIC (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio o, en inglés, TRIPS) se ratificó al derecho de autor como el sistema de protección más conveniente para los programas de software.
No es un secreto que las obras protegidas pueden ser fácilmente transformadas en formatos digitales y, a través de redes informáticas como Internet, de forma sencilla y sin gastos, copiarlas y publicarlas. Ante los nuevos retos relacionados con la protección y gestión de derechos de propiedad intelectual en el ciberespacio, los diferentes tipos de proyectos de investigación han propuesto diversas medidas tecnológicas para proteger estos derechos en la era de la información.
Proteger los derechos y logros tecnológicos, es necesario para el desarrollo económico y una mejor gestión de los derechos de propiedad intelectual.
Dado a que existe el temor de que cualquier creación tecnológica o aplicación puede ser mejorada por una similar para superarla, es muy importante la protección de los derechos de las creaciones, son necesarias protecciones que rodeen el trabajo tecnológico, pero no solo desde la programación, sino también imponer barreras legales de propiedad intelectual y que de ser infringidas serán consideradas delitos y llevarán a consecuentes castigos.
La experiencia humana ha demostrado que el crecimiento y desarrollo económico e industrial en las sociedades más que nada está en la innovación, el pensamiento creativo y las nuevas ideas que estallan cuando tienen preparado un cauce adecuado para ello. Por eso, las comunidades deben contar con un sistema de protección fuerte de la propiedad intelectual, que determine un balance entre los intereses generales y los intereses personales de los innovadores y cree un ambiente donde la creatividad y la innovación florezcan para beneficio de todos.
Un sistema de la propiedad intelectual hace que los abusadores no pueden utilizar fácilmente las innovaciones e invenciones de las personas y así lograr altas ganancias sin haber gastado ni dinero ni tiempo para crear la obra. Así se protege el desarrollo económico, social y cultural de una comunidad.
Las apps no son más que programas informáticos diseñados para ser ejecutados en sistemas operativos, por lo que de ellos puede decirse lo mismo que de cualquier otra aplicación informática. Sin embargo, lo cierto es que los entornos en los que se desenvuelven presentan unas características peculiares en lo que a aspectos legales se refieren y los desarrolladores de estos programas deben tenerlos bien en cuenta.
Una de las cuestiones que genera muchas dudas entre los desarrolladores de aplicaciones es la relativa a cómo proteger su creación.
El registro de software y la protección intelectual de los programas de computación, se encuentran amparados por la Ley 11.723 de Propiedad Intelectual, que establece que los programas de computación referidos se consideran como obras literarias, científicas o artísticas en los términos de la ley. Esto implica, obviamente, que al software se le aplica la normativa en materia de propiedad intelectual.
Registro de marca de la app
Hay que tener en cuenta al momento de proteger la app creada, que tanto su nombre como el logotipo que la identifican deben estar protegidos por la Ley de Marcas 22.362.
Este registro será el elemento primario que la identificará en el mercado y a los ojos de los consumidores, así que registrarla en aquellos países en donde tenga interés comercial supondrá la base para:
Registrar un software con el asesoramiento de Gatti & Asociados otorga beneficios, los cuales son derivados del registro de la marca, registro de una obra de propiedad intelectual y de los que confiere el software. Permite defender la autoría y otorga la protección de que un tercero no pretenda reivindicar la autoría con carácter anterior al registro.